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Nuestra Primera Novela... ¿Genialidad o M...?

Nuestra Primera Novela. ¿Una Genialidad o una Mierda?



(Advertencia: Este artículo está escrito en tono irónico, no te lo tomes en serio. Si eres un escritor novel harías mal en desviar tus objetivos). 


La primera novela. ¿Te acuerdas de la primera vez que lo hiciste? ¿Que el qué? Veo que no se puede ir de fino por la vida, volvamos a intentarlo. ¿Te acuerdas de la primera vez que echaste un polvo? Yo me acuerdo perfectamente porque tengo 43 y fue hace un par de semanas. Te sientes genial cuando lo has acabado y te imaginas a ti mismo paseando victorioso por los Campos Elisios, escuchando trompetas y saludando con la mano a toda esa gente que se arrodilla a tus pies.

Pero en realidad, desengáñate, fue una mierda.

Pues la primera novela es lo mismo.

También podemos recordar el anuncio publicitario del chico que sale de fiesta y aparca el coche con una tranca como un burro. Él piensa que lo ha hecho de fábula y que todo el mundo lo admira por su naturalidad y desparpajo.

Pero en realidad ha abollado a los tres coches de atrás antes de vomitar en mitad de la carretera.

No se te ocurra gastar dinero para autopublicar tu primera obra, no se te ocurra pagar ni un duro por ella.

Guárdala. La primera obra sirve para aprender a escribir la segunda, que tampoco será Crimen y Castigo (un poco castigo sí será, para aquellos que tengan la suerte de ser tus amigos y reciban el encargo de admirar tu maestría).

—Creo que tiene un par de fallos, pero eso lo corrigen los de la editorial —escucho decir a algunos, que ya están calculando el anticipo que le van a exigir al pavo del grupo Planeta.

¡Alma de Cántaro! Si supieras como está el mercado editorial...

Lo mejor que podrías hacer para no avergonzarte durante el resto de tu vida es corregirla una y otra vez antes de enseñársela a alguien, mínimo tres veces.

Si ves que te devora la impaciencia, comienza con la segunda al tiempo que corriges la primera. Pero no acoses al pavo del Planeta porque no ha contestado a tu generosa oferta de convertirte en su embajador ante el mundo.

No. Hoy en día nadie va a invertir dos o tres mil euros en publicar una obra maestra cargada de errores gramaticales (salvo que seas futbolista o la princesa del pueblo. Entonces sí que vas a escuchar trompetas).

Exceptúo de esta clasificación a los filólogos, periodistas u otros profesionales o licenciados que han tenido la necesidad de aprender a redactar antes de dar inicio a su primera obra.

No me lo hagas decir…

¡Es una mierda! Sí, una mierda, incluso aunque presiones a tus familiares para que te den su sincera opinión y te cabrees cuando te la den, incluso cuando tú llegues a la conclusión de que están celosos… Sí. ¡Es una mierda!

Yo también pasé por eso. Mi desequilibrado ego quiso que me situara un peldaño por encima de Cervantes y Shakespeare, en el olimpo de los más grandes. «Una novela irrepetible». «Ni en cien vidas podría hacer algo parecido», me decía a mí mismo.

¡Pero era una mierda! A veces reúno fuerzas para intentar corregirla, pero a la página diez tengo que salir a la calle y respirar aire fresco. Necesito mucho trabajo para arreglar ese cúmulo de despropósitos onanistas.

Sí, escribía para mí. Y claro, sí, desde mi punto de vista, era la mejor (normal, la había escrito para mí).

Pero hay que escribir para los demás. No te ofendas si has escuchado que tu primera novela es… mejorable.

No te ofendas. A todo el mundo le llega el doloroso momento de descubrirlo por su propia cuenta o por indicación de otros. Es mejor que vayas preparado para lo que pueda ocurrir y tengas en cuenta que se trata de una carrera de fondo, con obstáculos de por medio.

Yo tampoco me creo destinado para escribir una genialidad. Ni siquiera sé como colocar un emoticono llorón en este momento, así que imagínate.

Sigue escribiendo, pero sobre todo lee mucho. Pero lee de otra forma. Busca algún o algunos escritores de referencia, pero que no sean clásicos, que sean contemporáneos. Fíjate en el estilo de esos escritores y observa como describen cada situación dentro del texto, e imagina cómo lo hubieras descrito tú si te hubieran dado ese encargo. Pues eso es lo que tienes que hacer para escribir la mejor novela del mundo. Miles de veces.

Además debes tomártelo como un trabajo, debes ser detallista y apuntar las características principales de tus personajes. Así evitarás el que protagonista no parta llamándose Ramón, luego pase a llamarse Alfred, y termine teniendo un aborto por causa de la tisis que arrastra desde hace años.

Quien no se equivoca, no progresa.

Quien no reconoce sus errores, no se equivoca (al menos en su opinión) pero vivirá en otro mundo en el cual la realidad se mantiene en segundo plano.

Paciencia. Incluso Shakespeare, Cervantes y Dostoievski también cometieron una primera novela o un primer poema. Ellos no tuvieron televisión, es cierto.

En cambio tuvieron una virtud inigualable: el ansia de buscar la perfección, y el convencimiento de que la perfección nunca se termina de alcanzar. Es un ideal hacia el cual hay que tender, pero no un objetivo concreto.

Dicho esto…, te ofrecería mi primera o segunda novela, pero desgraciadamente aún no están publicadas, por motivos obvios.

¿Qué me dices tú? ¿Cuántas primeras novelas has tenido en tus manos y cuál es tu opinión?

¿Alguna anécdota interesante que no sea ofensiva?

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